Creo que la más valiosa lección que he aprendido este semestre es que no dar la vida por sentada. Todo puede cambiar en solo un segundo, y necesitas apreciar la vida que tienes ahora en vez de siempre pensar en el pasado. Además, si tienes algo que quieras hacer, no debes esperar hasta que “sienta bien” hacerlo; el tiempo no se detiene para nada ni nadie!